Parecía como si su rostro hubiera cambiado… Pálida frente al espejo se palpó la cara…frente, ojos, nariz, mejillas y pómulos…labios y mentón… Efectivamente, un nuevo rostro. Blanco como la luna. Así se quedó su rostro…blanco como la nieve…
Intuía que le habían robado el corazón en un sueño, había corrido tras el viento más veloz que un rayo, pero aún así le fue imposible alcanzarlo… y se despertó gritando.
Tan pronto como se creyó capaz de dominar su sueño, despertó. Pero notó que algo había cambiado. Se sentía menos pesada… y un poco más vacía.
Una vez más… las 6 y 10 de la mañana… una mañana oscura de un invierno desolador.
Silencio…
Entró en aquel lúgubre cuarto y volvió a mirarse en el espejo sin reconocerse… intentó llorar, pero en su interior no había ni una miserable lágrima… Respiró profundamente, inundándose de incertidumbre y preguntas. Se llevó su mano izquierda al pecho y cerró los ojos… Tiene que estar en algún lugar!! Tan solo estaba soñando… Tiene que estar… Azul no comprendía…
Miles y millones de pensamientos y palabras iban y venían en forma de cuchillos que atormentaban su cordura. Cada idea rozaba su mente como si fuera la última vez, y desaparecía… Con cada palabra pensada se borraba de su mente por completo el pensamiento anterior…
Lo mismo pasaba de forma inversa… con cada pensamiento pensado se borraba por completo cada palabra que formaba parte de su memoria… Memoria cada vez más desmembrada…
Poco a poco sentía como todo lo que había sido en algún momento la abandonaba…
Las 6 y 10 de la mañana… y las manillas del reloj allí paradas. El tiempo se había detenido, tal vez se encontraba perdido…
Cada vez menos pensamientos, cada vez menos palabras. Azul se volvía un ser no pensante que tan solo sentía. La angustia se apoderó de su alma.
Sin pensamiento y sin latir sintió que ya no le quedaba nada…
Miedo, angustia, olores y un sueño… Tan solo eso le quedaba.
De pronto, el tic tac de ese reloj de propaganda cutre que llevaba horas marcando las 6 y 10 comenzó a retumbar por todos los rincones de esa cárcel, que era su hogar.
Tic-tac, tic-tac. tic-tac… En su mente vacía sonaba…tic-tac, tic-tac, tic-tac…
Las 6 y 13 y zas… AÚN… Primera palabra que se abalanzó sobre ella.
Separó la cabeza de sus rodillas asustada… Tic-tac, tic-tac, tic-tac… AÚN… se repetía una y otra vez…
Se levantó.
Miró sus manos mientras ese ruido infernal se instalaba cada vez más en ella. Tic-tac, tic-tac, tic-tac… Tic-tac, tic-tac, tic-tac… Tic-tac, tic-tac, tic-tac…ESTOY. En cuanto volvió a hacer suyo ese verbo tan necesario para ser alguien, un montón de pensamientos sin palabras comenzaron a desfilar por su cabeza…
El ser “sintiente” volvía a recobrar su razón, mas aún no sentía el latir del corazón.
AÚN ESTOY… pensaba mientras millones de recuerdos, erosionados por el tic-tac, buscaban un hueco arropados de todas las palabras que antes se habían esfumado. Tic-tac, tic-tac, tic-tac…
Como “aún estaba”, entonces aún era…
Salió de aquel oscuro habitáculo para mirarse en otro espejo… Efectivamente su rostro había cambiado, pero cada vez estaba menos pálido. Era ella, pero no... No era ella, pero sí…
Con miedo pero más calmada notaba como el tic-tac del reloj cada vez se hacía menos perceptible.
Tic-tac, tic-tac, tic-tac…AÚN… Tic-tac, tic-tac, tic-tac… Tic-tac, tic-tac, tic-tac…ESTOY…Tic-tac, tic...
Esas dos palabras que se repetían constantemente permitieron que Azul lograra recordar que tal vez no era el corazón lo que el viento se había llevado, y que por algún otro motivo su rostro había cambiado…
Tic-tac, tic-tac, tic-tac… AÚN.
Tic-tac, tic-tac, tic-tac… ESTOY… Tic-tac, tic-tac, tic-tac…
Tic-tac, tic-tac, tic-tac…SOÑANDO…
Cuantos puntos suspensivos... me traen a la mente bonitos recuerdos, miradas vividas... aunque también hay a quien lo le gustan los puntos supspensivos...
ResponderEliminarEnhorabuena por el blog! Mantenlo vivo, permanezco a la escucha.
Besos
Elena
:) Sí, muchos puntos suspensivos. Es un texto viejo, pero me pareció bueno para comenzar el blog. Muchas gracias por leer.
ResponderEliminarEspero seguir compartiendo tanto en la red como fuera.
Un beso enorme.